Nos vamos de nuevo a una ciudad del noroeste de Francia que merece la pena ser revisitada una y otra vez por su impresionante patrimonio. Se trata de la ciudad de Rennes la capital de la Bretaña Francesa.
La histórica ciudad de Rennes merece la pena ser visitada y tener una guía de sus monumentos más importantes es de gran ayuda pero solo pasear por su maravilloso casco antiguo con sus laberínticas calles llenas de casa de madera y casa señoriales de los siglos XV y XVI te va a transportar al pasado inmediatamente.
Tengamos en cuenta que la ciudad de Rennes dispone nada más y nada menos que de 90 edificios clasificados como Monumentos Históricos.

No puede faltar la visita a sus dos grandes plazas, lugares de encuentro de los habitantes de esta encantadora ciudad y que son plazas del siglo XVIII que nos traen su encanto a nuestros días, se trata de la Plaza del Ayuntamiento y la Plaza del Parlamento de Bretaña. Pero en cuanto al patrimonio tenemos que destacar en primer lugar la magnífica Catedral de San Pedro, un edificio construido en el siglo XV en su mayoría pero que no fue terminado hasta el siglo XIX pudiendo ver elementos neoclásicos en su fachada como ejemplo de esta tardía finalización.
La basílica Saint Sauveur está en el mismo centro de Rennes y es del siglo XVIII.
Otro lugar emblemático es la ópera de Rennes, un lugar de cultura y arte en esta ciudad que fue diseñado por el famoso arquitecto Charles Millardet y construida por Pierre Louise.
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