A pesar de lo masificadas que están la mayoría de las playas de Mallorca, debido a su gran afluencia turística, aún quedan calitas en estado virgen, aunque no son demasiadas y hay que conocer la isla para encontrarlas, además a muchas de ellas sólo se puede acceder en barca desde el mar, ya que se encuentran parapetadas entre altos y abruptos acantilados.

La Cala Bóquer, es una pequeña playa pedregosa a menos de tres kilómetros de Pollença a la que se puede acceder dando un paseo por una bella ruta senderista que recorre el fondo de uno de los barrancos de la sierra del Cavall Bernat y a la que podemos llegar en unos 40 minutos.

Una vez en la cala, el entorno es impresionante, la pequeña playa, de sólo 40 metros de largo está rodeada de altísimos acantilados de piedra caliza y en uno de sus lado se alza la Serra de Cavall Bernat que supone una pared vertical que desde los 360 metros de altura llega hasta el mismo mar.
La costa forma una manga de mar que se adentra casi 300 metros tierra adentro, entre la Cala Sant Vicenç y la Punta de la Sal, es un lugar excelente para fondear y es normal ver barcas de pescadores locales, ya que forma como una piscina natural de poco más de 3 metros  al abrigo de los vientos de levante.
El puerto más cercano es Port de Pollença, donde se pueden alquilar embarcaciones de recreo e informarse sobre las mejores zonas de buceo.
Marga G.-Chas Ocaña
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